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martes, 30 de junio de 2009

Anorexia nerviosa

Epidemiología
La prevalencia de la anorexia nerviosa se ha estimado entre un 0,5 y 3% del grupo de adolescentes y mujeres jóvenes. Estas cifras aumentan al doble cuando se incluyen adolescentes "sanas" con conductas alimentarias anormales o con una preocupación anormal sobre el peso corporal. Las bailarinas, las atletas y las gimnastas constituyen además, un grupo de alto riesgo para desarrollar la enfermedad. En las últimas décadas se ha visto un aumento importante en la incidencia de la anorexia nerviosa en la población adolescente. Los trastornos del apetito son más prevalentes en las sociedades occidentales industrializadas y en niveles socioeconómicos medio y alto, aunque pueden ocurrir en todas las clases sociales.
La edad promedio de presentación es 13.75 años, con un rango de edad entre los 10 y 25 años.
En cuanto al sexo afectado, el mayor número de casos se producen en mujeres, con una distribución según sexo de aproximadamente 9-10/1.


Etiopatogenia
Las causas de la anorexia nerviosa son aún motivo de controversia. A partir de una perspectiva biosicosocial es posible considerar los distintos factores individuales (biológicos y psicológicos), familiares y sociales que confluyen para que en una etapa vulnerable del desarrollo, aparezca la enfermedad. Se describe como rasgos de personalidad premórbida de la anoréxica, el perfeccionismo, las expectativas personales altas, la tendencia a complacer necesidades de los demás y la baja autoestima. En la adolescencia, esta características se oponen a las tareas evolutivas centrales, como son la consolidación de la identidad y el funcionamiento autónomo. Desde el punto de vista de los factores biológicos los estudios no son concluyentes, pero existiría un riesgo genético y una predisposición fisiológica para desarrollar la enfermedad. Las familias de las pacientes anoréxicas se han descrito como con tendencia al aglutinamiento, a la rigidez y a la evitación de conflictos. Son familias en las que hay una alta valoración de la abnegación y en las que se busca el predominio del bienestar y la estabilidad familiar sobre las necesidades individuales. Los factores sociales involucrados en el desarrollo de la enfermedad son la sobrevaloración de la delgadez en la mujer, junto con fuertes incentivo al consumo de alto contenido calórico, como un poderoso elemento cultural que favorece que en individuos y familias vulnerables, los conflictos se localicen en el peso y la imagen corporal. Por último, la depresión, las dietas restrictivas, las experiencias nuevas (pubertad, cambio de escuela, etc) y eventos vitales adversos, podrían desencadenar la enfermedad en mujeres predispuestas a ella.
Manifestaciones clínicas
La presentación típica de la anorexia nerviosa es la siguiente:
Tiempo de inicio preciso: el inicio de la anorexia nerviosa puede ser identificado con el momento preciso en que la paciente decide adelgazar. A veces la decisión de bajar de peso puede ser precedida por un evento significativo, tal como una pérdida afectiva, un fracaso académico o un conflicto familiar, que actúa como gatillante. El comienzo suele ser insidioso y con frecuencia pasa desapercibido por la familia.
Deseo incontrolable de adelgazar: la baja de peso se logra fácilmente, a veces reforzado por la familia y el grupo de pares quienes admiran la fuerza de voluntad de la adolescente para hacer una dieta.
Ritos alimentarios: Además de la restricción alimentaria estas pacientes pueden manipular en forma interminable los alimentos sobre el plato o trozarlos en formas diminutas, pueden además almacenar el alimento en la boca y posteriormente, en forma clandestina expulsarlo. La mayoría elude comer en familia o en situaciones públicas
Interés exagerado por la alimentación: Aunque comen menos e ingieren aquellos alimentos de menor contenido calórico (ejemplo comen ensaladas con vinagre y sin aceite), el paciente anoréxico típico está pensando todo el día en la comida, coleccionando recetas, cocinando y preparando alimentos para los demás, si bien ellas se contentan con sólo contemplarlo.
Amenorrea: Ocurre en todas las pacientes, en un 25% de los casos esta precede la baja de peso. En el hombre hay una pérdida de interés sexual.
Actividad física aumentada: La actividad física aumenta a medida que bajan de peso. Las pacientes anoréxicas multiplican sus actividades físicas, caminan sin cesar, hacen abdominales y en general no descansan jamás.
Vómitos y uso de laxantes. Algunas pacientes anoréxicas se auto provocan vómitos, ingieren laxantes y/o diuréticos.
Rendimiento escolar: Las pacientes anoréxicas generalmente tienen un rendimiento escolar promedio o sobre el promedio y generalmente son descritas como alumnas muy motivadas.
Contacto con sus pares: Generalmente los pacientes con anorexia se aíslan de su grupo de pares. Estos les permite evitar la confrontación respecto al peso y alimentación y por otro lado puede ser una manifestación de baja autoestima.
Apatía. La pérdida de peso progresiva está generalmente acompañada por una apatía sobre el aspecto emaciado de su cuerpo.
Comida como campo de batalla: Con la baja de peso persistente, la comida comienza a ser un tema de conversación y discusión central en la familia. Está situación se hace cada vez más difícil, a medida que la frustración y preocupación de los padres por la baja de peso de su hija aumenta, asociada a la conducta cada vez más rígida de la adolescente sobre las comidas.

Paciente de 14 años portadora de anorexia nerviosa que requirió hospitalización y alimentación por sonda nasoyeyunal por rechazo persistente de la alimentación oral.
Los síntomas físicos habituales de la anorexia nerviosa están relacionados con la pérdida de peso (
tabla 1) (Figuras1, 2 y 3). Ellas se quejan de dolor abdominal, estreñimiento, intolerancia al frío. Durante el examen físico se observa atrofia de las mamas y un color amarillento de la piel relacionado con una hipercarotinemia. Lanugo, que se localiza especialmente en las mejillas, el cuello, la espalda, el antebrazo y el muslo. Las manos y los pies están fríos y presentan a veces acrocianosis, probablemente por vasoconstricción. Las uñas se vuelven quebradizas y no es raro que se produzca caída del cabello. La presencia de bradicardia, hipotensión e hipotermia dependen del grado de desnutrición. A veces puede haber hipertrofia de las glándulas salivares, especialmente las glándulas parótidas en pacientes vomitadores y se pude observar edemas periféricos al recuperar peso.

Diagnóstico
Dado que la paciente anoréxica no tiene conciencia de enfermedad y tiende a negar y ocultar sus síntomas y conductas es probable que no consulte por su propia voluntad y que su actitud no sea cooperadora. Por lo general son los padres quienes manifiestan preocupación y aportan información relevante. De ellos se puede obtener una descripción detallada de la conducta alimentaria de la hija, en que situaciones come, cual es su actitud en esos momentos, qué tipo de alimentos acepta, cuáles rechaza. También pueden haber observado sus ejercicios físicos y quizás han captado que oculta o vomita comidas.
El diagnóstico clínico de la anorexia nerviosa se basa en la clasificación del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM IV). Estos criterios incluyen:
Rechazo a mantener el peso corporal (
Figuras 4, 5, 6, 7 y 8) por encima de un valor mínimo para su talla, edad y sexo. (peso/talla menor 85% para la edad). Aunque el DSM IV sugiere un peso/talla menor 85% para la edad este criterio puede no ser han rígido. Si el adolescente cumple con todos los otros criterios de anorexia nerviosa y tiene un peso/talla de 90%, el diagnóstico de anorexia nerviosa aún puede ser hecho.
Miedo intenso a ganar de peso, incluso si éste está claramente por debajo de lo normal. Aunque los pacientes con anorexia nerviosa tienen por definición un peso por debajo de lo normal, ellos están convencidos que si dejan de hacer los esfuerzos para controlar su peso y actividad física se convertirán en obesos.
Alteración en la percepción de la imagen corporal. Los pacientes con anorexia nerviosa generalmente se ven a sí mismas o a partes de su cuerpo como muy gordas (muslos, abdomen, mamas o glúteos)
Ausencia de menstruación por más de 3 meses consecutivos en adolescentes post menarquia. Este criterio no es aplicable en adolescentes hombres.
Complicaciones
La disminución de la ingesta conduce a una desnutrición crónica que pone en marcha los mecanismos fisiológicos compensatorios frente a un ayuno prolongado-descenso del metabolismo basal y modificaciones hormonales, además de alteraciones cardiovasculares, renales, gastrointestinales, hematológicas y del sistema inmunológico (
tabla 2). Estas últimas dependen de la duración y severidad de la restricción dietética, del grado de disminución del peso corporal y de la velocidad de disminución de peso. En general, descensos del peso corporal del 25% (P/T menor 75% para la talla) o un IMC menor P 5 de las curvas de Must et al conducen a estas manifestaciones.
Los exámenes de laboratorio de rutina incluyen electrólitos plasmático, gases venosos, glicemia y hemograma. En general los electrólitos plasmáticos están normales salvo en los casos de consumo de diuréticos o laxantes, cuando puede haber una hipokalemia con un aumento de bicarbonato. La hipoglicemia es frecuente en éstos pacientes pero es usualmente sintomática. El hemograma habitualmente presenta leucopenia que puede asociarse además a neutropenia, anemia y trompocitopenia. En pacientes con amenorrea por más de 6 meses es necesario solicitar un densitometría ósea con el fin de evaluar la presencia de osteopenia.
Diagnóstico diferencial
Debe hacerse con enfermedades somáticas que producen pérdida de peso y con otros trastornos mentales que presentan alteraciones en la conducta alimentaria.
· Enfermedades somáticas:
o Gastrointestinales:
§ Síndrome de malabsorcíon
§ Enfermedad inflamatoria (Crohn, colitis ulcerosa)
o Endocrinas:
§ Hipertiroidismo
§ Diabetes mellitus
§ Enfermedad de addison
§ Hipopituitarismo
o Neurológicos:
§ Tumores del sistema nervioso central.
· Trastornos mentales:
o Depresión
o Esquizofrenia


Tratamiento
El objetivo del tratamiento es la recuperación nutricional, la identificación y resolución de los gatillantes psicosociales del trastorno del apetito y la restauración a un patrón de alimentación saludable. Según el riesgo médico o psiquiátrico del paciente el tratamiento podrá ser en el ámbito ambulatorio o requerirá hospitalización. Las indicaciones para hospitalización incluyen:
Causas médicas:
· Desnutrición severa: definida como un peso/talla bajo 75% para la edad.
· Baja de peso brusca (más de un 10% en 2 meses).
· Trastornos hidroelectroliticos severos.
· Alteraciones cardíacas (bradicardia o arritmias)
· Hipotermia
· Oros trastornos médicos agudos.
Causas psiquiátricas:
· Criterio psiquiátrico usual
o Conflictos familiares severos o ausencia de ayuda externa
o Poca motivación
· Síntomas refractarios al tratamiento ambulatorio.


Tratamiento Médico
El tratamiento médico consiste principalmente en la recuperación y prevención de la desnutrición. La recuperación del peso es el objetivo principal en el tratamiento de la Anorexia Nerviosa. Para esto se debe realizar educación nutricional, ajustar la ingesta calórica según los requerimientos para la edad y sexo, además de restringir la actividad física. El uso de nutrición enteral es controvertido, reservándose solo para aquellos pacientes con una desnutrición severa que no han respondido al tratamiento hospitalario.
El aumento de peso en aquellos pacientes con una desnutrición severa (P/T menor P 75%), requiere de supervisión médica estricta, ya que una realimentación rápida puede producir edema y en algunos casos incluso llegar a una insuficiencia cardíaca congestiva (síndrome de realimentación)
El tratamiento de la amenorrea con estrógenos y progesterona combinadas depende de cada paciente. El manejo de la osteopenia en el paciente anoréxico consiste principalmente en la recuperación del peso. Es necesario en las pacientes anoréxicas dar también, un suplemento multivitáminico, que asegure 800 UI de vitamina D, además de calcio en dosis de 1000 a 1500 mg por día y que contenga Zinc.

Tratamiento Psiquiátrico
Si bien el enfoque del tratamiento psiquiátrico se mantiene en constante revisión existe acuerdo en que la terapia familiar es fundamental en los adolescentes. Actualmente se plantea un proceso terapéutico en fases y logos secuenciales específicos, (confianza, colaboración, potenciación), aspectos claves para impedir las recaídas y evitar la cronicidad. Los propósitos del tratamiento psicosocial apuntan a formar una buena alianza terapéutica para mantener la adherencia al tratamiento, tratar la psicopatología utilizando los fármacos más adecuados para cada caso, considerando que generalmente estos no son efectivos para tratar los síntomas primarios de la Anorexia Nervosa. Los antidepresivos y neurolépticos parecen apropiados ante el alto porcentaje de patología asociada (depresión mayor, trastorno obsesivo compulsivo etc.). Otro objetivo es cambiar la conciencia individual y familiar de enfermedad, con el fin de hacerla más manejable. Una vez que la paciente a recuperado algo de peso la psicoterapia individual es también fundamental en la prevención de recaídas.

Pronóstico
La mitad de las pacientes con anorexia nerviosa se recuperan completamente, un 30 % lo hacen en forma parcial, y un 20 % no muestran ninguna mejoría en sus síntomas. La mortalidad precoz alcanza a un 5 % y se debe principalmente a complicaciones cardíacas y suicidio.

martes, 23 de junio de 2009

Anorexia

El término anorexia proviene del griego a-/an- (negación) + orégo (tender, apetecer).
Es un
síntoma frecuente en multitud de enfermedades y situaciones fisiológicas consistente en la disminución del apetito, lo que puede conducir a una disminución de la ingesta de alimentos.
La causa más común de anorexia es la propia saciedad tras la ingesta de alimentos. A esta situación fisiológica se la denomina anorexia postprandial.
Puede aparecer en
infecciones generalizadas, en inflamaciones de la mucosa intestinal (enfermedad de Chron, colitis ulcerosa) procesos neoplásicos, en la demencia o en trastornos psicológicos como la depresión o la anorexia nerviosa, siendo, por sí solo poco específico para la obtención de un diagnóstico.
El abuso de determinadas
drogas también puede provocar la aparición de la falta de apetito, fundamentalmente con aquellas estimulantes del sistema nervioso central. Es también un efecto secundario de algunos fármacos (antidepresivos, Metilfenidato, etc) los cambios que provocan al cuerpo son:
se baja el
esófago al estómago.
como el cuerpo también necesita de las
grasas, absorbe las acumuladas y reduce el peso.
puede llegar a hacer daños que provoquen hasta la muerte de la persona.